jueves, 27 de mayo de 2021

LA CULEBRA Y LA TÍA EUGENIA. Cuento de la Sierra Norte madrileña


 

        Cuenta la leyenda que en la casa de la tía Eugenia vivía una culebra y nadie de la familia lo sabia, pero empezaron a pasar cosas que no se entendían. Tenia la tía Eugenia un bebe muy gordito que con la llegada de la primavera empezó adelgazar y eso que la tía Eugenia aseguraba que mamaba bien todos los días.
La tía Eugenia trabajaba en el campo y volvía a casa muy cansada y cuando se ponía a dar de mamar al bebe se quedaba dormida, así que empezaron a sospechar y el marido decidió hacer guardia para ver que es lo que sucedía.
La primera noche haciendo guardia el marido vio que una culebra se subía en la cama y colocaba su cola en la boca del bebe y ella mamaba a la madre, se asusto tanto que del grito que dio se escapo la culebra, aunque estuvieron toda la noche y el día buscándola no la encontraron.




Entonces idearon un plan para descubrir donde se encontraba la culebra.
A las nueve de la noche la tía Eugenia se metió en la cama con el bebe y su marido cubrió el suelo de toda la casa con ceniza y se sentó en una silla para no tocar el suelo. La culebra llego, se subió en la cama y la tía Eugenia la tiro al suelo y la culebra se fue a su escondite.
El marido de la tía Eugenia siguió a la culebra por el rastro que esta había dejado en la ceniza, la encontró durmiendo en la cuadra, la cogió con las tenazas de la lumbre, la metió en un saco y se la llevo al campo lejos del pueblo para que no pudiera volver.
Años más tarde un pastor, al volver de hacer la mili en África, descubrió que sus cabras daban menos leche cada día y recordó la historia de la culebra de la tía Eugenia y su gusto por la leche.
¿Sería otra vez la culebra la culpable?



GEMA VICENTE GÓMEZ. AULA DE SERRADA DE LA FUENTE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

UNA HISTORIA DE AISHA.

Era una mujer sin esposo que vivía en un hermoso pueblo con 3 niños. Ella trabajaba en la ciudad, y tuvo que dejar a estos niños por unos me...