domingo, 30 de mayo de 2021

UNA HISTORIA DE AISHA.



Era una mujer sin esposo que vivía en un hermoso pueblo con 3 niños. Ella trabajaba en la ciudad, y tuvo que dejar a estos niños por unos meses en el pueblo. Un día los niños ya no tenían que comer en casa y la hija mayor de 11 años se fue inmediatamente al supermercado a robar comida para estos hermanitos. La denunció un policía que venía todas las mañanas a saludarla por la ventana de su casa. Una mañana el policía llegó al mismo lugar, pero la niña no contestaba. La llamó por   la ventana de la casa, tocó la puerta y nadie contestó. Finalmente derribó la puerta y vio a la niña en el suelo. Los hermanos estaban   llorando, entonces el policía transportó a la pequeña al hospital. Ella estaba cansada porque tenía   una anemia severa. Ese día después de salir del hospital el policía compró comida para dejarla en la casa de la niña. Su madre fue citada a la policía una noche que ella huyó y se mudó a otra ciudad. Después de 10 años la niña se había hecho mayor, estaba casada y tenía 2 hijos, pero quería ver al policía que le salvó la vida. Finalmente fue al pueblo   y encontró al policía retirado y le pudo dar las gracias por lo que había hecho por ella.

Creo que esta es una hermosa historia.

¡Es bueno ser generoso y agradecido!

Autora: AISHA SIDIBE (AULA DE ESPAÑOL. GUINEA CONAKRY)

jueves, 27 de mayo de 2021

LA CULEBRA Y LA TÍA EUGENIA. Cuento de la Sierra Norte madrileña


 

        Cuenta la leyenda que en la casa de la tía Eugenia vivía una culebra y nadie de la familia lo sabia, pero empezaron a pasar cosas que no se entendían. Tenia la tía Eugenia un bebe muy gordito que con la llegada de la primavera empezó adelgazar y eso que la tía Eugenia aseguraba que mamaba bien todos los días.
La tía Eugenia trabajaba en el campo y volvía a casa muy cansada y cuando se ponía a dar de mamar al bebe se quedaba dormida, así que empezaron a sospechar y el marido decidió hacer guardia para ver que es lo que sucedía.
La primera noche haciendo guardia el marido vio que una culebra se subía en la cama y colocaba su cola en la boca del bebe y ella mamaba a la madre, se asusto tanto que del grito que dio se escapo la culebra, aunque estuvieron toda la noche y el día buscándola no la encontraron.




Entonces idearon un plan para descubrir donde se encontraba la culebra.
A las nueve de la noche la tía Eugenia se metió en la cama con el bebe y su marido cubrió el suelo de toda la casa con ceniza y se sentó en una silla para no tocar el suelo. La culebra llego, se subió en la cama y la tía Eugenia la tiro al suelo y la culebra se fue a su escondite.
El marido de la tía Eugenia siguió a la culebra por el rastro que esta había dejado en la ceniza, la encontró durmiendo en la cuadra, la cogió con las tenazas de la lumbre, la metió en un saco y se la llevo al campo lejos del pueblo para que no pudiera volver.
Años más tarde un pastor, al volver de hacer la mili en África, descubrió que sus cabras daban menos leche cada día y recordó la historia de la culebra de la tía Eugenia y su gusto por la leche.
¿Sería otra vez la culebra la culpable?



GEMA VICENTE GÓMEZ. AULA DE SERRADA DE LA FUENTE

LA LEYENDA DEL DESPOBLADO DEL VILLAR. Sierra Norte madrileña

 


    Nos cuenta la historia que entre Cervera y Robledillo se encontraba el pueblo del Villar, en el paraje que hoy se denomina las Viñas.

    El topónimo de Villar es aplicado a las poblaciones que aprovechan para su asentamiento los restos de villas romanas preexistentes.

    En la actualidad es un despoblado donde solo queda en pie una pared de la Ermita de Nuestra Señora del Villar y las basas de lo que en otro tiempo fueron viviendas.



¿Por qué desapareció El Villar?

    En 1916 se celebró la boda de la hija del más rico del pueblo, a la que estaban invitados todos los vecinos del Villar, y muchos de los pueblos de alrededor como Cervera y Robledillo.

    Para el convite de la boda se prepararon ricos manjares y una gran olla de caldo para templar el cuerpo y los ánimos. La fatalidad quiso que una salamanquesa saltara a la olla y envenenara el caldo.

    Todos los invitados, menos una anciana, tomaron el caldo y al paso de los días fueron enfermando y muriendo, solo quedo la anciana que asustada y sola no salía del pueblo, y los vecinos de Robledillo y Cervera fueron a visitarla y los de Robledillo se la llevaron a su pueblo.

    Pasaron los años y los pueblos vecinos de Cervera y Robledillo se repartieron el Villar, los de Cervera se llevaron la virgen y los de Robledillo los terrenos de las Viñas y La Ermita.

    En la actualidad se sigue acudiendo en procesión a la Ermita del Villar el primer Domingo de mayo, con la celebración de la “Fiestas de las Mozas”, desde el 1944, que se cuenta:

    “A las dos de la tarde, hora solar, lo más tardar, antes de los toques acostumbrados, se sale en procesión con la Purísima a los restos de la antigua Ermita del Villar, a unos tres kilómetros del pueblo. Con anterioridad los mozos habrán preparado el camino y el soporte de piedra para la Virgen.

    Se va cantando el rosario y al llegar se deja la ofrenda en las andas y se subastan las varas para introducir a la imagen en su Santa casa y a continuación a merendar al campo.

    Salve y se vuelve cantando a la virgen y téngase cuidado en llegar con una hora de sol todavía”.


GEMA VICENTE GÓMEZ. AULA DE ROBLEDILLO DE LA JARA


EL CHACAL Y LA CABRA. Cuento marroquí. الجاكال والماعز. (حكاية المغرب)



El chacal y la cabra se habían asociado. Compraron un campo, lo labraron y cultivaron alubias. Cuando llegó el verano, se vieron obligados a regarlo. Pero su campo estaba sobre el flanco de una colina y ninguna acequia podía llegar hasta allí. La cabra transportó el agua desde el ued (cauce), hasta el campo. Llevaba unos enormes cántaros llenos de agua de los cuales se servía el chacal para regar tranquilamente cantando. La cosecha fue abundante. El chacal decidió hacer el reparto. Quiso quedarse con tres partes y dar una sola a su socia. La cabra rechazó esta oferta. Como el chacal no daba su brazo a torcer, la cabra se dirigió al cadí (juez): —El chacal quiere robarme —dijo, quejándose. —¿Por qué debería darle a ella la mitad de la cosecha cuando fui yo quien se deslomó para llevar el agua? —respondió el chacal. —¡Vosotros lo habéis oído cantar! —exclamó la cabra. —Así es —respondieron los testigos. 

—Quienes trasportan enormes cántaros de agua hacen un esfuerzo tan grande que no pueden ir cantando —añadió la cabra. —Tienes razón —dijo el cadí. —Era yo quien transportaba el agua cada día desde el ued hasta el campo —prosiguió la cabra—, y no el chacal, contrariamente a lo que pretende. Él sólo regaba cantando. El cadí ordenó hacer un reparto equitativo. —Debéis coger la mitad cada uno —dijo. El chacal fingió aceptar la decisión del juez. Pero cuando regresaron al campo no quiso saber nada. Entonces la cabra fue a buscar a su amigo el galgo, que aceptó esconderse en una bolsa que dejó al borde del campo. El chacal creyó que se trataba del almuerzo que la cabra solía preparar para los dos. Se acercó para servirse. Apenas vio los colmillos del galgo, repartió la cosecha de manera inversa: una parte para él y tres para la cabra. Y agregó: —Has trabajado tan duro que esto es lo justo.

Moraleja: “La razón del más fuerte, no siempre es la mejor”.

--- O ---



تعاون ابن آوى والماعز. لقد اشتروا حقلاً وحرثوه وزرعوا الفاصوليا. عندما جاء الصيف ، أُجبروا على سقيها. لكن حقله كان على جانب تل ولا يوجد خندق يمكن أن يصل إلى هناك. حمل الماعز الماء من الواد * (مجرى النهر) إلى الحقل. كان يحمل أباريق ضخمة مملوءة بالماء كان ابن آوى يسقي منها بهدوء بالغناء. كان الحصاد وفيرًا. قرر ابن آوى عقد الصفقة. أراد أن يحتفظ بثلاثة أجزاء ويعطي شريكًا واحدًا فقط. رفض الماعز هذا العرض. وبما أن ابن آوى لم يلف ذراعه ، خاطب الماعز القاضي * قال: "ابن آوى يريد أن يسرقني" ، متذمراً. "لماذا أعطيها نصف المحصول وأنا من نزل لحمل الماء؟" رد ابن آوى. "سمعته يغني!" صاح الماعز. أجاب الشهود: "هذا صحيح".

وأضافت العنزة: "أولئك الذين يحملون أباريق كبيرة من الماء يبذلون مجهودًا كبيرًا لدرجة أنهم لا يستطيعون الاستمرار في الغناء". قال القاضي: "أنت على حق". وتابع الماعز: "أنا من حمل الماء كل يوم من الوادي إلى الحقل ، وليس ابن آوى ، على عكس ما يدعي". لقد سقى فقط الغناء. أمر القاضي بتوزيع عادل. قال "يجب أن تأخذ نصف كل". تظاهر ابن آوى بقبول قرار القاضي. لكن عندما عادوا إلى الميدان ، لم يرغب في معرفة أي شيء. ثم ذهب الماعز للبحث عن صديقه السلوقي ، الذي وافق على الاختباء في حقيبة تركها على حافة الحقل. اعتقد ابن آوى أن هذا هو الغذاء الذي كان الماعز يعده لهما. لقد جاء ليساعد نفسه. بمجرد أن رأى أنياب السلوقي ، قسّم الحصاد في الاتجاه المعاكس: جزء له وثلاثة للماعز. وأضاف: "لقد عملت بجد وهذا أمر عادل".

موراليجا: "أقوى سبب ليس دائمًا 


الأفضل."


BELLAL EL MORABET. AULA DE ESPAÑOL


LA BOLSA CON DOS CENTAVOS. Cuento rumano


  

Había una vez una abuela y un anciano. La abuela tenía una gallina y el anciano un gallo; la gallina de la abuela ponía huevos dos veces al día y la abuela comía muchos huevos; y no le daba nada al anciano. Un día el anciano perdió los estribos y dijo:

        "Abuela, comes como en la feria de Cremene". Dame algunos huevos, para que al menos pueda recuperar el apetito.

- ¡Por supuesto que no! dijo la abuela, que era muy tacaña. Si tienes ganas de huevos, pega también a tu gallo, para que ponga huevos y cómelos; así le pegué a la gallina, y aquí está ella, poniendo huevos.

        El anciano codicioso rápidamente atrapa al gallo y le da una buena paliza, diciendo:

        - ¡O pones huevos o sales de mi casa


        El gallo se escapó de casa y caminó por los caminos. Mientras caminaba por una carretera encontró una bolsa con dos centavos y regresó con ella a cuestas a la casa del anciano. En el camino se encontró con un carruaje con un noble y algunas damas. El noble pide al estornino: Bájate y mira qué tiene el gallo en el redil.

        El estornino se bajó rápidamente del carruaje, y atrapó al gallo y, tomando la bolsa, se la dió al noble y siguieron viaje. El gallo, molesto, no se rindió, sino que fue tras el carruaje, diciendo sin cesar:

¡Kikirikí! Gran noble,

¡Mete dos centavos en la bolsa!

  El noble, molesto, cuando llegaron a una fuente, le dijo al anciano:

        -Coge al gallo travieso y mételo en el pozo.

        El estornino volvió a bajar del carruaje, atrapó al gallo y lo tiró al pozo El gallo, viendo este gran peligro, empezó a tragar; y traga y traga, hasta que tragó toda el agua del pozo. Luego salió volando de allí y siguió al carruaje de nuevo, diciendo:

¡Kikirikí! Gran noble,

¡Mete dos centavos en la bolsa!

        El noble, al ver esto, se asombró mucho y dijo:

        - ¡Maldito gallo! Bueno, déjame darte el dinero. Y cuando llegó a casa, le dice a la abuela en la cocina que coja al gallo, lo arroje a un horno lleno de brasas y ponga encima una losa. Ella hace lo que le dice su maestro. El gallo, al ver esta gran injusticia, comienza a verter el agua; y vierte toda el agua del pozo en el fuego, hasta que se apaga por completo y el horno se enfría. Luego, le da un golpe a la losa en la boca del horno, sale sano y salvo y de allí, corre hacia la ventana del noble y comienza a golpear con el pico en las ventanas y decir:

¡Kikirikí! Gran noble,

¡Mete dos centavos en la bolsa!

"Bueno, encontré mi problema con este gallo", dijo el noble angustiado. “Sácalo de mi cabeza y échalo con el rebaño de bueyes y vacas; tal vez algún toro enojado lo atacará”

        El estornino vuelve a tomar el gallo y lo lanza a la manada. ¡Entonces daba gusto ver al gallo tragar bueyes, vacas y terneros; hasta que se tragó toda la manada, su barriga se hizo grande, ¡tan grande como una montaña! Luego volvió a la ventana, extendió sus alas al sol y ¡comenzó de nuevo!

¡Kikirikí! Gran noble,

¡Mete dos centavos en la bolsa!

        El noble, cuando lo vio, se quebró a su pesar y no sabía qué hacer, simplemente se desharía del gallo. "Lo pondré en la caja de dinero." tal vez se trague las monedas, se le queden en la garganta, se ahogue y yo me deshaga de él.

        Y, como él dijo, cogió al gallo de un ala y lo arrojó a la caja del dinero. Luego, el gallo tragó con avidez todo el dinero y dejó todas las cajas vacías. Luego salió y de ahí, no se sabe cómo ni por dónde, se acercó a la ventana del noble y volvió a empezar:

       ¡Kikirikí! Gran noble,

¡Mete dos centavos en la bolsa!

        Después de todo lo que había pasado, el noble, viendo que no tenía nada que hacer, le arrojó la bolsa. El gallo la baja alegremente, se pone a trabajar y deja en paz al noble. Entonces todos los pájaros del patio, al ver la fuerza del gallo, lo siguieron, como si les pareciera una boda; y el noble miró inexpresivamente a los pájaros y dijo con un suspiro:

“Vete de una vez, pero ¡qué bueno que me deshice del lío!”

        Pero el gallo caminaba enérgicamente, y los pájaros lo seguían, y caminaba por el camino, hasta que llegó a casa del anciano, y desde la puerta comenzó a cantar: "¡kikirikí! ¡kikirikí!" El anciano, al oír la voz del gallo, salió con alegría; y cuando miró a la puerta, ¿qué vio? ¡Su gallo era algo extraordinario! el elefante parecía una pulga al lado de este gallo; y luego, detrás de él, venían innumerables bandadas de pájaros, cada uno de los cuales era más hermoso. El anciano, al ver su gallo tan grande y rodeado de tantos animales, le abrió la puerta. Entonces el gallo le dijo:

        "Maestro, venga aquí al medio del patio".

        El anciano, rápido como un tonto, mira al suelo. El gallo entonces se posa allí, mueve sus alas con fuerza y de inmediato llena el patio y el huerto del anciano, además de los pájaros y rebaños de ganado; y en ese mismo sitio vierte un montículo de monedas que brillaban tanto al sol que deslumbraban. El anciano, al ver estas grandes riquezas, no sabía qué hacer de alegría, besaba repetidamente al gallo y lo acariciaba. Luego vino la abuela y cuando vio todo aquello se quebró.

- "Viejo", dijo avergonzada, "¡dame algunas monedas!"

- "¡Abuela, cuando te pedí huevos, ¿sabes lo que dijiste?

Ahora pega también a tu gallina, para que te traiga yemas; Así le hice al gallo, ya sabes de quién  ¡y esto es lo que me trajo!”

        Entonces, la abuela va al establo, desentierra a la gallina, le agarra la cola y la golpea. La pobre gallina, al escapar de las manos de su abuela, huye. Y mientras caminaba, encontró una cuenta y se la tragó. Luego regresa rápidamente a casa con la abuela, salta por encima de la verja, pasa rápidamente a su lado y se pone en el nido; y, después de una hora de estar sentada, salta del nido, agachándose. La abuela va rápidamente, para ver qué ha hecho la gallina… Y cuando mira en el nido, ¿Qué ve? La gallina había puesto una cuenta. La abuela, cuando ve que la gallina se ha burlado de ella, la atrapa y la golpea, la golpea, ¡hasta que la mata en la pelea! Y así, la abuela tacaña y loca se quedó muy pobre, aferrada al suelo. De ahora en adelante, comerá paciencia frita en lugar de huevos; ¡que se rió mucho de la gallina y la mató sin tener culpa, la pobre!

        Sin embargo, el anciano se hizo muy rico; hizo grandes casas y hermosos jardines y vivió muy bien; le dio una gallina a la abuela, por lástima, y se llevó al gallo a todas partes detrás de él, con una cuenta de oro alrededor del cuello y zapatos amarillos y tacones en los talones.

--- O ---

 Era odată o babă şi un moşneag. Baba avea o găină, şi moşneagul un cucoş; găina babei se oua de câte două ori pe fiecare zi şi baba mânca o mulţime de ouă; iar moşneagului nu-i da nici unul. Moşneagul într-o zi perdu răbdarea şi zise:

        – Măi babă, mănânci ca în târgul lui Cremene. Ia dă-mi şi mie nişte ouă, ca să-mi prind pofta măcar.

        – Da’ cum nu! zise baba, care era foarte zgârcită. Dacă ai poftă de ouă, bate şi tu cucoşul tău, să facă ouă, şi-i mânca; că eu aşa am bătut găina, şi iacătă-o cum se ouă.

        Moşneagul, pofticios şi hapsin, se ia după gura babei şi, de ciudă, prinde iute şi degrabă cucoşul şi-i dă o bataie bună, zicând:

        – Na! ori te ouă, ori du-te de la casa mea; ca să nu mai strici mâncarea degeaba.

        Cucoşul, cum scăpă din mânile moşneagului, fugi de-acasă şi umbla pe drumuri, bezmetec. Şi cum mergea el pe-un drum, numai iată găseşte o punguţă cu doi bani. Şi cum o găseşte, o şi ia în clonţ şi se întoarnă cu dânsa înapoi către casa moşneagului. Pe drum se întâlneşte c-o trăsură c-un boier şi cu nişte cucoane. Boierul se uită cu băgare de seamă la cucoş, vede în clonţu-i o punguţă şi zice vezeteului:

        – Măi! ia dă-te jos şi vezi ce are cucoşul cela în plisc.

        Vezeteul se dă iute jos din capra trăsurei, şi c-un feliu de meşteşug, prinde cucoşul şi luându-i punguţa din clonţ o dă boieriului. Boieriul o ia, fără păsare o pune în buzunar şi porneşte cu trăsura înainte. Cucoşul, supărat de asta, nu se lasă, ci se ia după trăsură, spuind neîncetat:

                                Cucurigu! boieri mari,

                                Daţi punguţa cu doi bani!

        Boierul, înciudat, când ajunge în dreptul unei fântâni, zice vezeteului:

        – Mă! ia cucoşul ist obraznic şi-l dă în fântâna ceea.

        Vezeteul se dă iarăşi jos din capră, prinde cucoşul şi-l azvârle în fântână! Cucoşul, văzând această mare primejdie, ce să facă? Începe-a înghiţi la apă; şi-nghite, şi-nghite, până ce-nghite toată apa din fântână. Apoi zboară de-acolo afară şi iarăşi se ia în urma trăsurei, zicând:

                                Cucurigu! boieri mari,

                                Daţi punguţa cu doi bani!

        Boierul, văzând aceasta, s-a mirat cumplit şi a zis:

        – Mă! da’ al dracului cucoş i-aista! Ei, las’ că ţi-oiu da eu ţie de cheltuială, măi crestatule şi pintenatule!

        Şi cum ajunge acasă, zice unei babe de la bucătărie să ia cucoşul, să-l azvârle într-un cuptor plin cu jăratic şi să pună o lespede la gura cuptorului. Baba, cânoasă la inimă, de cuvânt; face cum i-a zis stăpânu-său. Cucoşul, cum vede şi astă mare nedreptate, începe a vărsa la apă; şi toarnă el toată apa cea din fântână pe jaratic, până ce stinge focul de tot, şi se răcoreşte cuptoriul; ba încă face ş-o apăraie prin casă, de s-au îndrăcit de ciudă hârca de la bucătărie. Apoi dă o bleandă lespezei de la gura cuptiorului, iesă teafăr şi de-acolo, fuga la fereastra boierului şi începe a trânti cu ciocul în geamuri şi a zice:

                                Cucurigu! boieri mari,

                                Daţi punguţa cu doi bani!

        – Măi, că mi-am găsit beleaua cu dihania asta de cucoş, zise boieriul cuprins de mierare. Vezeteu! Ia-l de pe capul meu şi-l zvârle în cireada boilor ş-a vacilor; poate vreun buhaiu înfuriat i-a veni de hac; l-a lua în coarne, şi-om scăpa de supărare.

        Vezeteul iarăşi ia cucoşul şi-l zvârle în cireadă! Atunci, bucuria cucoşului! Să-l fi văzut cum înghiţea la buhai, la boi, la vaci şi la viţei; păn-a înghiţit el toată cireada, ş-a făcut un pântece mare, mare cât un munte! Apoi iar vine la fereastră, întinde aripele în dreptul soarelui, de întunecă de tot casa boierului, şi iarăşi începe!

                                Cucurigu! boieri mari,

                                Daţi punguţa cu doi bani!

        Boierul, când mai vede şi astă dandanaie, crăpa de ciudă şi nu ştia ce să mai facă, doar va scăpa de cucoş. Mai stă boierul cât stă pe gânduri, pănă-i vine iarăşi în cap una.

        – Am să-l dau în haznaua cu banii; poate va înghiţi la galbeni, i-a sta vreunul în gât, s-a îneca şi-oiu scăpa de dânsul.

        Şi, cum zice, umflă cucoşul de-o aripă şi-l zvârle în zahnaua cu banii; căci boieriul acela, de mult bănărit ce avea, nu-i mai ştia numărul. Atunci cucoşul înghite cu lăcomie toţi banii şi lasă toate lăzile pustii. Apoi iesă şi de-acolo, el ştie cum şi pe unde, se duce la fereastra boierului şi iar începe:

                                Cucurigu! boieri mari,

                                Daţi punguţa cu doi bani!

        Acum, după toate cele întâmplate, boierul, văzând că n-are ce-i mai face, i-azvârle punguţa. Cucoşul o ia de jos cu bucurie, se duce la treaba lui şi lasă pe boier în pace. Atunci toate paserile din ograda boierească, văzând voinicia cucoşului, s-au luat după dânsul, de ţi se părea că-i o nuntă, şi nu altăceva; iară boierul se uita galiş cum se duceau paserile şi zise oftând:

        – Ducă-se şi cobe şi tot, numai bine că am scăpat de belea, că nici lucru curat n-a fost aici!

        Cucoşul însă mergea ţanţoş, iar paserile după dânsul, şi merge el cât merge, până ce ajunge acasă la moşneag, şi de pe la poartă începe a cânta: "Cucurigu! cucurigu!" Moşneagul, cum aude glasul cucoşului, iesă afară cu bucurie; şi, când îşi aruncă ochii spre poartă, ce să vadă? Cucoşul său era ceva de spăriet! elefantul ţi se părea purice pe lângă acest cucoş; ş-apoi în urma lui veneau cârduri nenumărate de paseri, care de care mai frumoase, mai cucuiete şi mai boghete. Moşneagul, văzând pe cucoşul său aşa de mare şi de greoiu, şi încunjurat de-atâta amar de galiţe, i-a deschis poarta. Atunci cucoşul i-a zis:

        – Stăpâne, aşterne un ţol aici în mijlocul ogrăzii.

        Moşneagul, iute ca un prâsnel, aşterne ţolul. Cucoşul atunci se aşază pe ţol, scutură puternic din aripi şi îndată se umple ograda şi livada moşneagului, pe lângă paseri, şi de cirezi de vite; iară pe ţol toarnă o movilă de galbeni, care strălucea la soare de-ţi lua ochii! Moşneagul, văzând aceste mari bogăţii, nu ştia ce să facă de bucurie, sărutând mereu cucoşul şi dezmerdându-l. Atunci, iaca şi baba vine nu ştiu de unde; şi, când a văzut unele ca aceste, numa-i sclipeau răutăcioasei ochii în cap şi plesnea de ciudă.

        – Moşnege, zise ea ruşinată, dă-mi şi mie nişte galbeni!

        – Ba pune-ţi pofta-n cuiu, măi babă! Când ţi-am cerut ouă, ştii ce mi-ai răspuns? Bate acum şi tu găina, să-ţi aducă galbeni; c-aşa am bătut eu cucoşul, ştii tu din a cui pricină… şi iaca ce mi-a adus!

        Atunci baba se duce în poiată, găbuieşte găina, o apucă de coadă şi o ia la bătaie, de-ţi venea să-i plângi de milă! Biata găină, cum scapă din mânile babei, fuge pe drumuri. Şi cum mergea pe drum, găseşte şi ea o mărgică ş-o înghite. Apoi răpede se întoarce acasă la babă şi începe de pe la poartă: "Cot, cot, cotcodac!" Baba iesă cu bucurie înaintea găinei. Găina sare peste poartă, trece iute pe lângă babă şi se pune pe cuibariu; şi, după vrun ceas de şedere, sare de pe cuibariu, cotcodocind. Baba atunci se duce cu fuga, să vadă ce i-a făcut găina… Şi, când se uită în cuibariu, ce să vadă? Găina se ouase o mărgică. Baba, când vede că ş-a bătut găina joc de dânsa, o prinde ş-o bate, ş-o bate, păn-o omoară în bătaie! Şi aşa, baba cea zgârcită şi nebună a rămas de tot săracă, lipită pământului. De-acu a mai mânca şi răbdări prăjite în loc de ouă; că bine şi-a făcut râs de găină şi-a ucis-o fără să-i fie vinovată cu nemica, sărmana!

        Moşneagul însă era foarte bogat; el şi-a făcut case mari şi grădini frumoase şi trăia foarte bine; pe babă, de milă, a pus-o găinăriţă, iară pe cucoş îl purta în toate părţile după dânsul, cu salbă de aur la gât şi încălţat cu ciuboţele galbene şi cu pinteni la călcâie, de ţi se părea că-i un irod de cei frumoşi, iară nu cucoş de făcut cu borş.

CATALINA LILIANA BULGARU. ENSEÑANZA SECUNDARIA. NIVEL 2


martes, 25 de mayo de 2021

POR QUÉ EL SOL Y LA LUNA VIVEN EN EL CIELO. Cuento marroquí

 




Hace muchos, muchos años, el sol y el agua eran grandes amigos, y ambos vivían juntos en la tierra. El sol solía visitar a su amiga, el agua, muy a menudo, pero el agua nunca devolvía las visitas.

Un día, el sol le preguntó al agua:

- Querida agua, ¿por qué yo estoy ansioso siempre por ir a verte, pero tú nunca vienes a visitarme?

- Verás, mi amigo sol, no es que no desee estar contigo, pero tu casa no es lo suficientemente grande como para alojarme. Si llego con todo lo que habita en mi interior, tendrías que irte de tu casa, respondió el agua.

- Si quieres que te visite, continuó diciendo el agua, tendrás que construir una casa muy muy, muy grande. Pero te advierto que tendrá que ser gigantesca, ya que todos los seres que viven en mí son numerosos y ocupan mucho espacio.

El sol prometió construir una casa muy grande para que el agua pudiera devolverle la visita, y poco después, regresó con su esposa, la luna, quien lo saludó con una amplia sonrisa.

El sol le contó a la luna lo que le había prometido al agua, y al día siguiente, comenzaron a construir una casa grande para entretener al agua y a toda su gente.

Cuando la hubieron terminado, el sol le pidió al agua que lo visitara.

Cuando llegó el agua cerca del sol, uno de los habitantes del agua se acercó aún más para hablar con él.

- Señor sol, dijo el habitante del agua, ¿estás seguro de que quieres que entre el agua en tu casa?

- ¡Por supuesto!, dijo el sol, dile a mi amigo que entre.

El agua comenzó a fluir y a inundar la casa del sol, seguida por los peces y todos los demás animales y fauna acuática. 

Muy pronto, el agua estaba comenzó a llenar la casa, estaba casi por la mitad de la casa del sol, por lo que el agua le preguntó al sol si todavía era segura, y el sol volvió a decir:

- Sí, podéis seguir entrando todos a mi casa. 

Cuando el agua estaba al nivel de un la cabeza de un hombre, el agua le dijo al sol:

- Tu casa está casi llena de agua y todavía quedamos muchos fuera, ¿seguimos entrando?

- Sí, respondió el sol, podéis pasar todos. 

Entraron más y más animales del agua, hasta que el sol y la luna tuvieron que sentarse sobre el techo de su casa.

El agua una vez más le preguntó al sol si todavía podían seguir entrando. El sol y la luna respondieron afirmativamente, así que cada vez peces, plantas, agua y más peces, más plantas y más agua entraron en la casa.



MOHAMED ISMAIL AL QABLAN (AULA DE ESPAÑOL. SIRIA)

LOS DOS LADRONES Y LA MANTEQUILLA. Cuento marroquí.

 




Una noche, dos ladrones penetraron en la tienda de campaña de un hombre mientras dormía. Allí hallaron una tinaja y la abrieron para ver qué había dentro.

-Es mantequilla fresca-dijo el primero, tras probarla.

-No, esta mantequilla está rancia-replicó el otro.

La volvieron a probar. Como cada uno quería tener razón, el tono fue subiendo y comenzaron a gritar. Esto despertó al dueño de la tienda de campaña, quien cogió un palo y les zurró, logrando así que se pusieran de acuerdo. Tuvieron que huir de allí sin poder llevarse la mantequilla.

Moraleja: “Hay lugares donde es mejor no reñir”


ذات ليلة ، اقتحم لصان خيمة رجل وهو نائم. هناك وجدوا جرة وفتحوها ليروا ما بداخلها.

قال الأول "إنها زبدة طازجة" ، بعد تذوقها.

أجاب الآخر: "لا ، هذه الزبدة قديمة".

اختبروها مرة أخرى. عندما أراد كل واحد أن يكون على حق ، زادت النغمة وبدأوا في الصراخ. أيقظ هذا صاحب الخيمة الذي أخذ عصا وضربهم فوافقهم. كان عليهم الفرار من هناك دون أن يتمكنوا من تناول الزبدة.

المعنوي: "هناك أماكن من الأفضل ألا تتشاجر فيها"

BELAL EL MORABET (AULA DE ESPAÑOL. MARRUECOS)


LAS MANCHAS DEL GUEPARDO. Leyenda africana


 

Existe una leyenda africana que cuenta cómo el guepardo consiguió sus características manchas conocidas como 'manchas de lágrima', ya que estas manchas parecen derramarse desde sus ojos. La leyenda cuenta que una mamá guepardo, creyendo que sus cachorros habían sido robados por un cazador muy malo, decidió abandonar la presa que acababa de conseguir para buscarlos. 

La mamá guepardo los buscó y los buscó. Mientras tanto, el cazador robó la presa que el guepardo había cazado con gran esfuerzo. Al llegar, descubrió que se habían quedado sin comida. Además, sus cachorros seguían sin aparecer. Tanto lloró la  guepardo, que sus lágrimas fueron creando manchas en su piel.

Pero al final, después de tanto llorar,  los cachorros fueron recuperados y más adelante el guepardo se enteró de que el cazador fue castigado por otros humanos por sus malas artes robando y aprovechándose de los demás.

Las lágrimas del guepardo se convirtieron en un recordatorio de que las sagradas tradiciones, deben respetar a los animales, convirtiendo al guepardo en un símbolo de honor y respeto.



BINTOU NDIAYE (AULA DE ESPAÑOL, SENEGAL)

viernes, 14 de mayo de 2021

EL CUERVO Y EL CANGREJO. Cuento de Ucrania. Ворона і краб. (Казка з України)

 




Iba volando un cuervo sobre el mar cuando vio que un cangrejo salía a la arena, lo agarró -¡zas!- y tiró hacia el bosque para merendárselo, pensando en cualquier rama.

Al darse cuenta de que iba a morir, le dijo el cangrejo al cuervo:

–Oye, cuervo, ¿sabes que yo he conocido a tu padre y a tu madre? Son gente muy buena.

–Hmmm –contestó el cuervo sin abrir el pico.

–También he conocido a tus hermanos y a tus hermanas. Valen mucho también.

–Hmmm…

–Sin embargo, por buenos que sean, contigo no se pueden comparar. Tengo la impresión de que no hay nadie más listo que tú.

– ¡Claaa-ro que no…!

Y al abrir el pico para graznar con todas sus fuerzas, el cuervo dejó caer el cangrejo al mar.

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Ворона летіла над морем, побачивши краба, що вийшов на пісок, він схопив його - копита! - і потягнув у ліс перекусити, думаючи про будь-яку гілку. Зрозумівши, що він помре, краб сказав вороні:

"Гей, ворон, ти знаєш, що я зустрів твого батька та матір?" Вони дуже добрі люди. 

- Хммм, - відповів ворон, не розкриваючи дзьоба. 

–Я також зустрів ваших братів і сестер. Вони теж багато чого варті. 

-Хммм... 

–Однак, якими б хорошими вони не були, їх не можна порівняти з вами. У мене таке враження, що розумнішого за вас немає. 

- Клааа-ро ні ...!

І, розкривши дзьоб, щоб скрикнути всіма своїми намистинами, ворон скинув краба в море.

SVETLANA. (AULA DE ESPAÑOL. UCRANIA)



UNA HISTORIA DE AISHA.

Era una mujer sin esposo que vivía en un hermoso pueblo con 3 niños. Ella trabajaba en la ciudad, y tuvo que dejar a estos niños por unos me...